lunes, 16 de julio de 2012

Lo predecible sucedió


Desde el sur de California, a donde me trasladé dos días después de la jornada electoral mexicana, escribo estas líneas con el propósito de expresar mi opinión sobre los comicios para elegir presidente y sus consecuencias inmediatas. 
   Lo predecible sucedió: el candidato de la  alianza llamada "Compromiso por México" conformada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) logró obtener una ventaja de alrededor de 3 millones de votos, ante su más cercano competidor, el candidato de los partidos de izquierda, conformada por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), el Partido del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano (MC). 
    En un sistema democrático maduro, la situación ya descrita, bastaría para que todos los actores políticos y sociales reconocieran el triunfo del candidato vencedor y con ello, garantizar la estabilidad necesaria para que el país pudiera continuar con sus actividades normales. Pero en México, sobre todo en las dos últimas contiendas presidenciales, el candidato de la izquierda: Andrés Manuel López Obrador  ha decidido impugnar los resultados que no le han sido favorables, por supuesto que tiene derecho a imconformarse ante las autoridades correspondientes, sin embargo, el discurso de Andrés Manuel se caracteriza por una descalificación sistemática de las instituciones y procedimientos electorales, que han sido reformadas con la aprobación de todos los partidos políticos. 
  En esta ocasión Andrés y sus seguidores han construido una teoría basada en dos postulados principales para descalificar el resultado de la jornada electoral.
  El primer postulado afirma que el candidato de la alianza "Compromiso por México": Enrique Peña Nieto, recibió un trato preferencial por parte de los principales medios de comunicación masiva, particularmente de la mayor televisora de habla hispana: Televisa, de acuerdo con la teoría esto significo una competencia desigual, debido a que la televisión tiene una gran influencia en la sociedad mexicana.
  El segundo postulado afirma que el Partido Revolucionario Institucional utilizó prácticas de compra masiva de votos; y por lo tanto se debe invalidar la elección. 
  En mi opinión estos dos postulados son parcialmente verdaderos; si bien los medios de comunicación tienen una cierta influencia en la población mexicana, esta no se puede cuantificar para comprobar que Televisa logro inducir el voto a favor de Peña Nieto de manera determinante, la compra y coacción del voto ha sido una práctica recurrente a lo largo de la historia del PRI, sin embargo, esto no impidió que se lograra la alternancia en el año 2000. Por último quiero  subrayar que según varios especialistas del tema electoral ninguno de los postulados son causa de anulación del proceso electoral, por lo tanto el próximo presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, lamentablemente será Enrique Peña Nieto.   





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