martes, 25 de abril de 2017

¿Preguntas curiosas e inocentes?

¿Qué le pasó? ¿Por qué no puede caminar? ¿de que está enfermo? Estas tres preguntas son frecuentemente formuladas por niños que me ven por primera vez. Confieso que aún desconozco la manera adecuada de responderles; de infante y de adolescente estos cuestionamientos me molestaban, como si fueran agresiones directas. Ahora sé que son interrogantes naturales, sobre todo en una sociedad que no ofrece una educación para aceptar la diversidad. 

A lo largo del tiempo mi asistente y yo hemos ensayado múltiples formas de responder, desde ignorar a los pequeños curiosos; brindarles una breve respuesta irónica; hasta intentarles explicar de una manera concisa el concepto de discapacidad. Ninguna de estas tácticas nos ha resultado efectiva. La situación se complica un poco más cuando se trata de niños con los que mantengo un grado de parentesco, con tal de evitar desavenencias familiares últimamente he decidido dar una respuesta rápida para luego cambiar el tema.

Pienso que lo ideal sería que en la educación básica obligatoria y en los medios de comunicación masiva se difundiera una sana cultura de la discapacidad, donde se considere a nuestra condición de vida como una característica más que no afecta a nuestros otros aspectos personales. Para lograr lo anterior nos falta mucho por recorrer.

Mientras logramos que nuestros gobiernos, comunidades y familias cambien su perspectiva hacia la discapacidad continuaré buscando y ensayando respuestas adecuadas a preguntas curiosas e  inocentes.


martes, 18 de abril de 2017

Nuestro actual villano favorito

El organismo encargado de revisar en que se gasta el dinero público en México acusa al exgobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, de desviar 35 mil millones de pesos, cerca de 1,750 millones de dólares al tipo de cambio actual. Lo anterior significa que el villano favorito del momento, es acusado de realizar maniobras financieras para evitar que esos millones llegaran a las dependencias gubernamentales, para los que fueron destinados legalmente. Los primeros indicios de este desvío millonario de recursos públicos fueron detectados en el año 2012, cuando trabajos periodísticos comenzaron a señalar irregularidades en las finanzas de Veracruz. A pesar de que la situación económica y de seguridad se fue deteriorando rápidamente, el entonces gobernador se pudo mantener en su cargo hasta que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) donde militaba perdió las elecciones, provocando que Javier Duarte se viera obligado a apartarse de su cargo, según él con el objetivo de poder enfrentar las acusaciones. En realidad lo hizo para fugarse junto a su esposa utilizando un helicóptero gubernamental.

El sábado pasado, el que ahora es el villano favorito de México, fue capturado caminando tranquilamente por un pasillo de un hotel en Guatemala, así termino 6 meses de huida. A ese hotel habían llegado horas antes sus tres hijos pequeños acompañados de familiares de su esposa.

Por la forma, el momento y el lugar en que fue arrestado es posible pensar en una entrega pactada, mediante la cual el villano aseguro inmunidad  para su esposa y parientes políticos a cambio de permitir su aprensión dos meses antes de un proceso electoral importante para el partido en el gobierno.


Lo que es un hecho es que el villano del momento va ha pasar por lo menos una temporada en una prisión de Guatemala especializada en albergar a sospechosos de corrupción política y a presuntos capos del narcotráfico. Durante este tiempo la sociedad mexicana podrá culpar de casi todo a nuestro actual villano favorito. 

martes, 11 de abril de 2017

¿Privilegios?

Algunas personas manifiestan su inconformidad por el hecho de que a las personas con discapacidad se nos otorguen ciertas consideraciones, que son vistas por ellas como injustos privilegios, entre los cuales destacan los siguientes: no hacer fila para ingresar a un lugar, tener cajones de estacionamiento exclusivos, que los vehículos que nos transportan no tengan ninguna restricción para circular, que los centros educativos donde estudiamos hagan adecuaciones curriculares o de otro tipo para permitir que nuestras trayectorias académicas puedan continuar, obtener descuentos en algunos establecimientos y servicios entre otros.

Algunos de los anteriores “privilegios” en realidad son consideraciones necesarias para facilitar nuestra participación en eventos públicos; no hacer fila para ingresar a un establecimiento,  agiliza el ingreso de todos los asistentes. Tener cajones de estacionamiento teóricamente exclusivos nos permite a los usuarios de sillas de ruedas bajar y subir de nuestros vehículos sin poner en riesgo nuestra integridad. Que los vehículos adaptados para nuestro uso circulen sin restricciones es para que el gobierno cubra, de alguna manera, la ausencia casi absoluta del transporte público con las adecuaciones necesarias para que todas las personas lo podamos utilizar. Las adecuaciones curriculares son modificaciones necesarias para que nuestra discapacidad no sea un obstáculo infranqueable que nos impida continuar adentro del sistema educativo, por ejemplo: si mis profesores de educación física en el nivel básico no hubieran realizado adecuaciones curriculares ahora no tendría un título universitario. Los descuentos otorgados en algunos establecimientos y servicios en la mayoría de las ocasiones se realizan considerando que las personas con discapacidad por nuestra condición no tenemos altos ingresos económicos.

Estoy consiente de que los argumentos aquí expuestos no podrán convencer a ese grupo de personas que por desconocimiento y prejuicios creen que las personas con discapacidad utilizamos nuestra condición para obtener beneficios yendo en contra de la igualdad prevista en los principios democráticos que rigen a las sociedades occidentales. Mi objetivo es proporcionar elementos que puedan ser utilizados para hacer ver que los supuestos privilegios ya descritos son mecanismos para equiparar las oportunidades de todas las personas. 


martes, 4 de abril de 2017

Donald y Nicolás

Estos días el presidente estadounidense Donald y su homólogo venezolano Nicolás han visto sus ambiciones autoritarias derrotadas por un sistema diseñado en el siglo XVIII, el cual establece fundamentalmente que el poder del Estado debe estar dividido en tres ramas: la Ejecutiva, la Legislativa y la Judicial; cada una en el mismo nivel de importancia, de tal manera que actúen como contrapesos entre si.

El presidente Donald a pesar de que ha hecho esfuerzos considerables para evitar que ciudadanos de naciones predominantemente musulmanas puedan ingresar a territorio estadounidense, no lo ha logrado porque la rama Judicial, a través de decisiones de dos jueces considera que va en contra de la Constitución estadounidense negar la entrada a personas solo por su nacionalidad.

Donald tampoco pudo derogar la ley conocida como Obamacare, debido a que no pudo obtener el apoyo suficiente en la cámara de representantes evidenciando así su falta de capacidad para negociar. Sin duda los llamados Padres Fundadores deben estar orgullosos del sistema de pesos y contrapesos, basado en la teoría de la División de Poderes, que diseñaron con el propósito de evitar que cualquiera de las tres ramas pudiera imponer su voluntad ante las otras dos.

Nicolás Probablemente experimento un sentimiento de impotencia parecido al de Donald cuando se vio obligado a solicitarle al Tribunal Supremo de Justicia que anulara las sentencias que le quitaban todas sus atribuciones y la inmunidad parlamentaria a los legisladores venezolanos. Esta decisión fue tomada gracias a la presión interna e internacional provocada por la evidente ruptura del orden constitucional en Venezuela, derivada del fallido intento de desaparecer la rama Legislativa contemplada en la Constitución política de la República Bolivariana de Venezuela.


Los hechos aquí narrados muestran que Donald y Nicolás a pesar del aparente inmenso poder que presumen tener no han podido romper un sistema diseñado hace 300 años para evitar abusos.