martes, 27 de febrero de 2018

Problema de representación

Hoy en la mañana me enteré que por ley los pueblos y comunidades indígenas en México tienen derecho a tener representación en la Cámara de Diputados, teóricamente este derecho se traduce en la elección de un grupo de legisladores y legisladoras de origen indígena por sus pueblos y comunidades. Este hecho  afianzó mi convicción de que las personas con discapacidad deberíamos tener representación en el poder legislativo; al igual que las personas de origen indígena nosotros como parte de un colectivo minoritario de la población tenemos demandas, necesidades y derechos que deberían poder ser promovidos y defendidos en el Congreso de la Unión por legisladores y legisladoras con discapacidad.

Imagino que para algunos esta propuesta le puede parecer exagerada; les sería posible argumentar que los legisladores sin discapacidad como representantes populares tienen la obligación de escuchar y atender las demandas de sus representados con y sin discapacidad. Respondo a este argumento afirmando que alguien que no vive con discapacidad en México no experimenta en carne propia las barreras visibles e invisibles que cotidianamente enfrentamos las personas con discapacidad; desde la falta de servicios accesibles hasta las actitudes francamente discriminatorias que para nosotros lamentablemente siguen siendo tan frecuentes que la mayoría las tenemos que considerar como parte de nuestra realidad.

Al igual que los legisladores de origen indígena saben lo que es luchar para proteger sus creencias, costumbres y su visión del mundo. Los legisladores y legisladoras con discapacidad sabrían que tienen que luchar para que las barreras físicas y culturales que nos dificultan el ejercicio de nuestros derechos disminuyan para eventualmente desaparecer. 


Espero y lucho para que llegue el día que en nuestras sociedades deje de ser bien visto que personas sin discapacidad hablan a nuestro nombre, tal  como ya no es bien visto que alguien que no es de origen indígena se diga su representante ante la sociedad y las instituciones gubernamentales. 

  

martes, 6 de febrero de 2018

Nada de nosotros sin nosotros

El jueves pasado me despertó la voz del precandidato a la presidencia de México, del partido Movimiento Regeneración Nacional (MORENA), empleando su tono de voz característico afirmó algo así como:
A los “discapacitados” les voy a dar una pensión igual a las de los adultos mayores … Porque a las personas con capacidades diferentes ….

Quedé indignado ante el contenido del discurso y de la propuesta, porque reflejaban la concepción que aún impera en nuestras sociedades latinoamericanas sobre la discapacidad, como un rasgo definitorio y de las personas que la tenemos solamente como receptores de dádivas y no como sujetos a los que el gobierno está obligados a garantizar nuestros derechos y libertades fundamentales en igualdad de condiciones con los demás.

Si bien hasta donde yo sé, el precandidato presidencial de MORENA ha sido el único que ha hecho una propuesta para atender la discapacidad, lo hizo de la manera equivocada, utilizando términos nacional e internacionalmente ya rechazados y con una propuesta asistencialistas, que no cubriría la mayoría de nuestras necesidades. 


La situación aquí expuesta una vez más hace evidente, por un lado la necesidad de difundir de forma masiva una sana cultura de la discapacidad desde la perspectiva de derechos humanos, por otro lado evidencia la razón fundamental de nuestro lema: “nada sobre nosotros sin nosotros”.