sábado, 28 de julio de 2018

Barreras Físicas

En la anterior entrada no mencioné las barreras físicas que las personas con discapacidad sorteamos al salir de nuestros domicilios: transporte público sin adecuaciones, banquetas en mal estado, rampas obstruidas o mal diseñadas, Etc.  Evité señalar estas barreras, principalmente porque en mi opinión son las consecuencias tangibles de los prejuicios, estigmas, estereotipos e ignorancia hacia la discapacidad prevalecientes en nuestras sociedades latinoamericanas. 

Es cierto que las barreras físicas en los hechos nos pueden impedir ejercer nuestros derechos y libertades fundamentales; también es cierto que en casi todas las situaciones estas barreras son atravesadas con la ayuda de terceras personas. En cambio las barreras socio-culturales solamente se pueden acabar a través de campañas de sensibilización, esencialmente promovidas por el gobierno.

Una sana cultura de la discapacidad libre de prejuicios y estigmas provocaría que la ciudadanía en general pudiera contribuir a la eliminación progresiva de las barreras físicas existentes en nuestros entornos.

Lucho para que en México y en los demás países Latinoamericanos llegue el día en el que las personas con y sin discapacidad podamos disfrutar de los mismos derechos en igualdad de condiciones; en el que mis amigos dejen de ser felicitados por el simple hecho de salir a divertirse conmigo; en el que el espacio público este en condiciones de ser utilizado por individuos que no se transportan de manera convencional.


    

viernes, 20 de julio de 2018

Carta Abierta a Lopez Obrador

 Lic. Lopez Obrador:

Ignoro si leerá esta carta abierta, pero como persona con discapacidad siento la necesidad de escribirle las siguientes líneas para expresarle mi preocupación sobre su postura hacia la discapacidad en su carácter de virtual presidente electo de México.

Primero debo decir que me inquieta que en sus discursos públicos frecuentemente utilice el término “discapacitados”. Como hábil conocedor del lenguaje, sabe el poder que tienen las palabras; al emplear este termino que ya fue rechazado por organismos nacionales e internacionales, por considerarlos discriminatorio; nos quita el carácter de personas, definiéndonos solamente por una de nuestras características. Si emplea el término de “personas con discapacidad”, reconocerá que primero y ante todo somos personas sujetas a los mismos derechos y obligaciones que el resto de la población mexicana.

También me preocupa que su principal propuesta para atender a las personas con discapacidad se enfoque exclusivamente en otorgar apoyos económicos a la población con discapacidad de bajos ingresos. Como lo establece el paradigma vigente para entender a la discapacidad los estereotipos, estigmas y prejuicios son las principales barreras que enfrentamos cotidianamente las personas con discapacidad, estas barreras sociales son las causantes de la exclusión en la que vive la mayoría de la población que tiene discapacidad. Por lo anterior pienso que su propuesta de otorgar transferencias económicas directas a las personas con discapacidad en pobreza debe ser complementada con otras políticas públicas para ir desarticulando progresivamente los obstáculos socioculturales prevalecientes en nuestras comunidades. 

Para finalizar esta carta le solicito que escuche a las organizaciones de la sociedad civil que atienden nuestras necesidades, particularmente aquellas conformadas y dirigidas por personas con discapacidad, además le pido que al tomar decisiones que nos afecten solicite la opinión de personas que tengan discapacidad.

De antemano agradezco su atención 

Atentamente

Lic. Matías Santiago Alaniz 

miércoles, 4 de julio de 2018

Críticos ahora criticables

A las 20:07 del domingo pasado, los mexicanos presenciamos como minutos después del cierre de las casillas, la rutina de los principales actores políticos a la que estábamos acostumbrados,  cambio totalmente cuando los tres candidatos presidenciales derrotados empezaron a salir ante los medios de comunicación para aceptar la victoria de su adversario. Por su parte el vencedor esperó a que el Instituto Nacional Electoral diera a conocer el resultado de su conteo rápido. 

En México era casi una tradición que la noche de la jornada electoral dos o más candidatos se declararan como ganadores, que al no obtener la mayoría de los votos desconocieran los resultados oficiales acusándolos de fraudulentos y que acudieran a las autoridades correspondientes para presentar sus inconformidades; generalmente al final el Tribunal Electoral validaba el resultado.

En esta ocasión el único factor que es diferente fue que el candidato vencedor es aquel identificado como de izquierda y que en las dos anteriores elecciones, de acuerdo con las autoridades electorales no ganó; alimentando una corriente de opinión que desconfiaba de los órganos electorales. 

La mayoría de las personas integrantes de esta corriente de opinión apoyan al virtual presidente electo, lo que hace improbable que mantengan su nivel de crítica hacia el nuevo gobierno.


Como sucede en los países democráticos, es necesario que las fuerzas políticas y sociales que no están de acuerdo con  las acciones gubernamentales puedan hacer escuchar su voz ejerciendo su derecho a disentir y a la libertad de expresión, de esta manera los críticos de ayer se convierten en los criticables de hoy.