viernes, 1 de octubre de 2010

1 de octubre 2010

Por causas fuera de mi control, ayer me fue imposible acceder a este espacio, sin embargo, me mantuve al tanto de la situación que sucedió en Ecuador: en la mañana estallo una sublevación de Polícias Nacionales, quienes estaban en desacuerdo con una nueva Ley que les quitaba algunas prestaciones laborales, el Presidente Rafael Correa en un intento por establecer un dialogo con los inconformes, acudió al cuartel general; al ver que aquello iba a ser imposible, perdió el juicio y desde un balcón, utilizando un micrófono, retó a los agentes a que mataran a su Presidente, luego de esto intentó llegar a su vehículo sin escoltas, se expuso completamente a que lo agredieran físicamente, lógicamente le aventaron una bomba de gases lacrimógenos, para luego ser llevado al hospital de la policía, donde lo mantuvieron secuestrado al rededor de doce horas, hasta que un equipo de choque logro sacarlo y llevarlo al Palacio Presidencial.

En una Nación desarrollada, nunca pasaría eso, por que los responsables de la seguridad de un jefe de gobierno, jamás permitirían que su comandante supremo quedara tan expuesto, entre otras razones, ya que la estabilidad del país correría peligro.

A mi parecer Correa se quería hacer la víctima, y por eso permitió que lo lastimaran y que lo mantuvieran retenido en un hospital.


Que tal durmió la justicia mexicana, seguimos esperando que despierte.

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