lunes, 21 de mayo de 2018

Etiquetas indeseables

Por lo general el cerebro humano completa la información que le falta, recurriendo a experiencias pasadas o deducciones lógicas. Lo anterior es un inconveniente para las personas con discapacidad que necesitamos asistencia para realizar las tareas cotidianas, porque como sostiene Adolf Ratzka, uno de los fundadores del movimiento vida independiente en Suecia, cuando las personas ven el nivel de asistencia que necesitamos, generalmente nos asocian con niños pequeños, lo que provoca que les sea complicado asumir que no somos niños sometidos a la voluntad de nuestros padres o tutores. Y que con las herramientas adecuadas podemos aportar a nuestra sociedad.

Recuerdo que cuando era pequeño me enojaba cuando escuchaba los rumores de que en realidad la asistente personal de Gaby Brimmer era la que escribía los poemas. Seguramente la poeta y escritora mexicana con discapacidad motora también oía frecuentemente esos rumores, tal vez a ella no le afectaban porque era una luchadora que peleó para tener una vida plena; también es posible que utilizará el coraje provocado por aquellos prejuicios hirientes para escribir su poesía. 


Por la manera en que funciona nuestro cerebro y por las creencias que la sociedad nos inculca es complicado ignorar nuestros prejuicios hacia las demás personas, pero si nos permitimos indagar y ver más allá de las etiquetas podemos conocer realmente al ser humano que se encuentra envuelto por el rótulo socialmente impuesto.  

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