La justicia mexicana sigue dormida

Esta semana, los mexicanos hemos sido testigos de como, los políticos utilizan a los instrumentos para impartir justicia, para fines electorales.

El pasado sábado amanecimos con la noticia de la captura de Jorge Hank Rhon, un político y empresario, desde hace muchos años, sospechoso de vínculos con el crimen organizado. Es cierto que las pruebas en su contra son circunstanciales en su mayoría, pero suficientes para que las autoridades, desde hace más de veinte años, comenzaran armar un expediente. Al parecer eso no paso; el único delito por el cual se encuentra detenido hasta el momento es: posesión de armas de uso exclusivo del las Fuerzas Armadas. Una acusación insuficiente, para quienes conocemos su biografía, nos hubiera gustado que también lo acusaran por el asesinato de dos periodistas, que publicaban las sospechas que había en contra de él, o por proteger al Cártel de Tijuana, sin embargo, tenemos que conformarnos con verlo en la cárcel unos días hasta que el sistema judicial lo exonere. Si la intención de la captura era dañar al principal prospecto a la presidencia, en mi opinión no le salió bien; la mayoría no relaciona al precandidato del Partido Revolucionario Institucional con aquel polémico personaje, ignorando que los dos son del mismo grupo político.