miércoles, 27 de junio de 2012

¿Vienen de regreso?


Faltan pocas horas para que concluyan las campañas presidenciales en México, (mi país) yo aún no estoy seguro cual opción política elegiré, de lo que si estoy seguro es que no quiero que regrese el Partido Revolucionario Institucional al poder, en mi opinión esta situación aparentemente eminente, no va a contribuir al desarrollo de la democracia mexicana; al contrario, se convertirá en un lastre muy pesado para el anhelo democrático que compartimos muchos mexicanos.

El PRI desde su nacimiento en 1929 a construido un sistema, que le permitía al presidente en turno ejercer un poder casi absoluto. En las primeras décadas del régimen priista, esta situación contaba con el apoyo de la mayoría de la población, sin embargo con el tiempo la sociedad comenzó a mostrar signos de inconformidad pero el régimen tardo mucho en hacer caso a las demandas que exigían una mayo democratización del país, mientras tanto el PRI se valió de prácticas, como el clientelismo político y el corporativismo, la primera se realiza cuando   al ciudadano se le ofrece cualquier beneficio a cambio de su voto, como si se tratara de un intercambio comercial. El corporativismo político se puede definir como una manera de obtener apoyo popular a través de brindar beneficios a líderes de diferentes sectores de la sociedad, estos a su vez obligan a sus agremiados apoyar a un proyecto político. 

Les pido una disculpa por mi lenguaje especializado, pero creí necesario aclarar los conceptos antes descritos para explicar porque me opongo al regreso del PRI a la presidencia; el clientelismo y el corporativismo, si bien son prácticas generalizadas dentro de todos los partidos políticos mexicanos; en el PRI están profundamente arraigadas y sin duda van a evitar que nuestro sistema democrático débil se pueda fortalecer con rapidez.